La gran mentira y traición

Se empieza a escuchar la misma melodía todas las mañanas.
Retahíla del mismo sonido repetitivo e insistente..sobre aquello que ya no es..
Como eco de un pasado ya muerto.
Como sombra inventada de una elaborada silueta desdibujada, y no real.
Intocable por imperativo, de tan difuminada. De tan diluida en el líquido de la ambigüedad.
Y cómo cada mañana, la persona se monta a horcajadas y de un salto, en los lomos plateados de aquella dignidad convertida en algarabía y canto matutino,  tonada repetitiva e insistente...y canto con un único estribillo: "No te dejes..No traiciones a aquello que gritas desde tiempo inmemorial. No te dejes.
Pues cada golpe que duele es una herida que puede, que nunca se cierre".
Es por ello que de un salto bajó de aquel lomo plateado, con pies como plumas, y sonrisa de sol.
Con la cabeza bien alta.
Y gritando a pleno pulmón :
"Suelta esas riendas roidas por el dolor.
Hazte un hueco en tu rincón.
Y deja que pase el temporal de aquella desilusión.
Porque quien no lucha no merece.
Y a veces es mejor no moverse
Hasta que desaparezca el ciclón,
Porque con la huida no basta,
Cuando tu piel se ha convertido en plata.
Plata de ley.
Porque el poder que crees de fuera, se halla grabado dentro de tu cuerpo y
Tallado en tu pensamiento.
Porque siempre lo supiste aunque a veces te engañabas.
Porque sólo es un minuto
Nuestra vida en la pantalla.
Y no hay trampa ni red para atrapar a ningún Halcón.
Ni mentira ni cartón.
Escondido bajo tu piel.
Porque siempre lo supiste
Aunque a veces te engañabas.
Y como mosquito picabas
Para no morir de sed.
Porque la sabia es tu sangre
En esta historia poco estable,
Que Como pasos en un alambre.
Siempre acierta en el corazón,
Con el arte.
Porque el amor
se le hace a la mente
Y el cuerpo que se aguante.
Que siempre el placer
traiciona y no perdona.
A quien te toca.
Que nunca fuiste animal de corral.
Aleja de ti la máscara.
Esa que no hace sombra
A tu realidad.
            (Tino casals. Eloise )

¿Qué ocurrió cosa pequeña?
¿Bichito de acantilado?
¿Para taicionarte con tanto suspiro anhelado?
¿Para no ver tu fuerza cuando pisas el otro lado?
¿qué te ocurrió cumbre helada?.
¿Para no ver la verdad que a todos se les escapa?.
Pequeña serpiente alada, deja fluir aquello que sabes anida en tu alma.
Y olvida de una vez tanto cuento sobre manzanas mordidas y zapatos de mentira que no caben en tu pie.
Déjate ser
Y envuelvete otra vez
En aquel traje que,
te sentaba tan bien.
Déjate ver.
Sin espejos
Por el mar de los reflejos.
Y olvidate del collar
Que te ataron al cuello.
hace tiempo
Cuando creías
Que la libertad no sólo era un sueño.
Cuando practicabas el ritual
De tus ancestros,
Viviendo y sintiendo
En un mismo tiempo.
No anules el veneno de tu cuerpo,
Que sabia es que fluye por dentro,
Y expulsalo sin remordimiento.
Que aquel veneno
Nunca fue mentira,
Nunca fue traición,
Ni bailes de salón.
Ay!!. Pobre niña asustada
Por verdugo del pasado.
Mano firme castigando
Al amor transformado
En odio hacia lo humano.
Pobre niña domesticada
Rumiando entre dientes
Su desgracia.
Buscando la salida
desesperada.
Disfrazando en sumisión
La mayor rebelión.
Pobre cordera degollada
Por la eterna venganza.
Pobre bruja sin destino.
Hechiza con tu vino
Tu verdad.
Y torna en el vuelo.
Si hace falta,
Vuelve piedra
Al misterio
Que la vida ya se encargará
De tallarlo con esmero
Para que vuelva a brillar
Sin artilugios de benceno.
       (Tino Casal.  Embrujada )

Tu mirada fría hace honor a esa sonrisa de media Luna que congela cualquier intención de convertirte en caballo al que poder montar.
Siempre dispuesta, en cualquier momento.
Esperando con paciencia en la sucia cuadra del tiempo.
Ni la silla en los lomos
Ni la cabezada entre los dientes.
Y mucho menos espuelas
Para azuzarte en el bajo vientre.
Que la doma clásica no es amor ni entrega.
Ni demuestra fortaleza.
No abras la boca tras lo que crees es, un buen comportamiento.
No mastiques el premio envuelto cómo golosina.
Que es arsénico en tu comida
Para dormir los sentidos,
Convertirte en obediente
Y sumisa criatura.
Pues tras el engorde, y tras cebarte de palabrería o actos de dulces mentiras
Te hincaran el diente
Y tus huesos para los perros.
Y tu sonrisa de media Luna 
Colgada cual trofeo
En la pared de cualquier sucio agujero 
Para mostrarla al menor descuido
A los esbirros de los amores insatisfechos.
Cazadores de cuerpos
Asesinos de sentimientos.
Glotones y ansiosos de vírgenes corazones 
que nunca sufrieron.
Son la mano y los verdugos
Los soldados de aquel mal profesor que decidió enseñarnos que la letra con sangre entra en los asuntos del corazón. 
Aquel que dijo que todo hay que vivirlo.
Que la felicidad sólo existe porque existe la tristeza.
Que sin ésta última , no sabríamos diferenciar la primera.
Que la vida es el gin y el gun. 
Y hay que estar preparada para cualquier eventualidad. 
Que la culpa es tuya
Sólo tuya.
Y nada más que tuya.
Retahíla de una vieja religión 
Podrida y arcaica. 
Pero aún en vigor.
Que les das poder.
Porque no te quieres.
Porque los idealizas.
Y no sé cuanta más charlatanería. 
Que extravian la verdad.
En pos de la flagelacion de una misma.
Y siempre igual.
Siempre metiendote en trajes que no caben en tú esencia de mujer poderosa y guerrera.
Siempre con guantes de seda
Que tus manos congelan
Cuando el frío es hiriente 
Siempre hincando la rodilla y bajando la barbilla.
Luchando en causas perdidas.
Abriendo tus piernas.
Cerrando el corazón. 
Pero forzando a la razón. 
Y cansada ..muy cansada 
De que no se te entienda.
Y tu dolor parezca,
Un mal menor.
     (Barricada. Abrir y cerrar)

Así que no sonrias no,
Ríete de buena gana,
Con una sonora carcajada
Que hiele la mirada acechante y descarada
De quien ve como uso de consumo Tu cuerpo y tu alma.
Porque no olvidamos nuestra esencia, que es esencial para nuestra supervivencia.
Ni obviamos el don.
Porque sabemos mirar sin dañar,
porque no somos iguales,
Ni siquiera parecidas,
al puño de hierro.
Que no inventamos la correa corta,
Ni el bozal,
Ni cadenas,
Ni tozal.
Y ríete de buena gana
Aun con riesgo de ser quemada.
Por aquellos y aquellas que no entienden que una mujer ama y quiere sin maldad
Que una mujer, se duele ante la mentira y crueldad.
Que no calla aún estando silenciada.
Y acuérdate de que cuando el silencio anide en tu habitación.
Y la invisibilidad cubra tu cuerpo.
No es menosprecio si no protección.
Acuérdate de que tu fantasía romántica y lunatica, es un Don.
Que aún siendo mujer, eres niña, niña valiente que merece ser alzada por las demás mujeres.
Recuerda Aquel golpe en la mesa callando a la tortura de una de las tuyas.
Y olvida la complicidad en el asesinato,
Olvida aquella mano femenina que mantenía el arma apuntandote mientras el asesino ejercía su poder disparando.
(Rosendo. Quien le mece la hamaca)

Y luego renaz de nuevo.
Como cola de Lagartija.
Como un árbol renace de sus cenizas.
Con la claridad de mente
Que da la vieja sabiduría 
Nace pura y reluciente.
Como fuiste siempre.
Que una herida curada ni pica ni duele.
Camina firme por la enramada verde, 
Que tras el engaño de la batalla pérdida 
El amor propio siempre vuelve.
Sigue dando amor allá donde lo quieren.
Sigue Amando la vida 
Y olvida..
Curando la herida 
Olvida a quienes no te quieren.
(Rozalen. Las hadas existen)

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