Mujer primigenia

La mujer cosechó culpabilidad.. Porque culpable se sentía... Porque así se quiso defender aquel hombre primigenio cobarde. Culpandole a ella.
De su propia equivocación..
Condundiendo el cariño con el deseo.
Y por ende confundiendole a ella, sin saber diferenciar lo fraternal de lo Pasional.

Ella un ser sin escudo sin malicia. Inocencia infinita. Mujer primigenia.
Y No,  no era juego de mayores no.
Porque uno de los jugadores no era mayor, cómo para saber de mentiras,  tal vez para salvar su estupida vida, algo que nunca consiguió. Porque aquel hombre primigenio decidió regalar su vida a cambio del perdón...
Fácil perdonar al hombre, pero difícil perdonarse a si misma.. Difícil dejar de creer, que ella no era no, ni puta, ni culpable.
Y en la tierna edad donde se moldea la personalidad cuando el ser no sabe de malicia. Se graba tan a fuego la culpabilidad... Que al crecer se deforma en mil formas, a veces incomprensibles incluso para ella misma



Por eso no lo supo ver. Y se dolió
 Arrastrando aquel sentir que creyó en su fuero interno. Porque como no creer a quien la hizo nacer.
Y si culpable querian ver, culpable les haría ver.. Y si culpable se quería ver. Culpabilidad tendría que cosechar. Para comer decepción continúa hacia ella a través de ellos. Y hacia ellos a través de ella. Siempre en nombre del gran padre, hombre primigenio. Siempre en venganza. Hacia el amor mal entendido.
Regalando su cuerpo, objeto de deseo, cuando ella sólo estaba sintiendo cariño fraternal... Pero así estaba programada..

Y cómo contar, cómo sentirse al contar, que por ello nunca supo del querer hacia si misma. Nunca pudo sentir... Lo Que es sentirte querida.
Provocas entonces de la manera mas contradictoria que no te quieran. Por no saber hacerlo. Mendigando amor, suplicando odio.... Deforme la acción con raíz en la petición de sentirse amada salvada. Y quien podría explicarle a ella, que su hacer de aquella manera, que el no dejarse conocer de forma verdadera,  que su escudo,
debía ser diluido, su odio lavado,

Y cómo explicarle a ella que no había hombre que quisiera mancharse, embarrarse en aguas tan fanganosas... Que no había hombre, que amara tanto cómo , para lavar aquel odio... Lleno del petróleo de la maldad de su género. Ajena a ella.
Cómo explicarle a aquella niña... Que el amor no. No rompe barreras, que el amor no, no libera su alma enjaulada en el trauma, de la manera mas contradictoria.

Cómo explicarle que el amor no, no hace libre, no redime a los verdugos , ni sana a la víctimas....

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