En el corazón dormido


le llamaban sana serpientes, sana sueños, despierta mentes..
y si, era embruja deseos, el duende.que habitaba dentro.
susurrando al oído muy despacio, cómo amando como queriendo,
en un abrazo, todo el amor  que el planeta llevaba dentro.
escuchando y besando con amor, transformando cada pensamiento  en
sentimiento de amor..
convirtiendo la espina de aquella flor,
en un tallo en transformación,
cómo trasmutando, como fecundando pero en eclosión.
es cómo el agua al nacer, es como el hielo al deshelar..
no existe palabra, porque la alquimia ,
justo en el momento en que la magia se hace hecho.
en que la nebulosa se realiza cómo materia..
Hace que lo incierto se vuelva cierto.
nuestra primavera en Brotes pequeños
(derecho de nacimiento)

porque el duende sabía cual era su árbol,
y el planeta sabía quien era él:
el mensajero del sol,
Que escondido en el Corazón de aquel hombre, escuchaba a la tierra, a través del sentir de aquella muchacha , cuando la naturaleza deseaba ser sanada.
transformando en pagano, cada emoción.

Y cuando le sentía hechicero ,
respondía cómo complemento,
Complemento del tiempo.
complemento del planeta,
sin saberlo, pero sabiéndolo.

Y la tierra amaba, al sol,
A través del hombre,
Y el sol deseaba a la tierra
A través de la muchacha.
Ambos desde la distancia.
Ambos conectados.
Sin unirse.
Pero comunicados,
Energeticamente,
Uno dentro del otro
Convirtiendo al
agua calmada,
En nube blanca..
O rayo o trueno
O viento,
Segun la pasión del sentimiento,
En cada momento.
Pero quien les iba a decir,
que no era un invento aquello
sino la raiz, de toda creación.

que no eran dioses.
no.
tan sólo y únicamente complementos.
parte de.
(love and hate)
Por ello aquel mundo con aquel sentir, estaba volviendo a resurgir de la matriz..
por ello aquella vuelta al principio , que no debía ser extinguido.
por ello el planeta, calló, y durmió al humano.
por ello el duende despertó, tras el fracaso.
del hombre blanco.
porque ambos duendes estaban dormidos.
no se sabían en el corazón escondidos.
y al abrigo del árbol.
Árbol sagrado.
o así lo susurró aquel ser extraordinario,
cuando el ego no era ego, tan sólo carbón,
Algo extraño,,
Tan sólo petróleo, ego reciclado.
Pero esa extraña palabra, parecida a la ebullición.
que sólo se sabía ser nombrada, en la ancestral tierra pagana,
aquella que debía ser recordada.
era un secreto entre ambos dos.
(Moorcheba. Be yourself) 
Era palabra sana. Palabra de amor. Podría parecer orgullo, pero no. No en su interior ..
Era juego, picardía, saberse estar de aquella manera Pasional llena de una emoción que irradiaba hacia el Exterior. Pero siempre desde el interior. Cuando se sentían.
Porque cuando se veían, ella tierra por fuera, blanda y fresca como la naturaleza que vestía a la montaña.
Y por dentro abrupta, recia, y agrietada.

El duro, tosco, como la corteza de la tierra
Y en su interior como el sol, lleno de calor. Lo de fuera hacia dentro
Según el momento
 y el interior saliendo.
Según cada encuentro.

Y siempre haciendo sentir al planeta y su humanidad.
La humanidad, que pierde al planeta.
El planeta que mira mas allá, tras las estrellas, tras la galaxia. Hacia el cuerpo del ser que la cobijaba a ella, como neurona o célula.
Y él. Tal vez un duende, tal vez el ser en donde se guardaba ella.
Y tal vez entonces por eso estaban conectados, tal vez por ello la intuición hecha verdad... Hacia ella... Y hacia el..
Tal vez por eso la vida respondía a sus sentires, con el amor como resultado.. 
(León Benavente. Volando Alto) 







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