Miel de avellana

Cuando te siento en mi.
La cabeza se ordena,
La casa se atempera.
La frente despejada.
La mirada al alza.
Aunque la barbilla cabizbaje,
Por estar embelesada
Aunque te sienta en mí.
La distancia,
El señuelo del olvido.
El querer infinito.
El beberse ,
A sorbitos.
La alegría doliente.
La sonriente tristeza.
Si no te siento,
Entre mi corazón
Y mi mente,
Justo en el medio.
Cuando cogemos aire
Y éste sabe a vacío,
A querer llenarse
En otra fuente
De sentimientos
¿Tal vez fingidos? .
Mientras tu me cuentas que
El juego es no dejarse querer.
Que no dejarse querer
es volver A ser.
Lo Que siempre se supo.
Nunca se quiso,
Y siempre se fué,
Sin haberse ido
Aquella forma
del sentir
Embravecido.
Entonces te cuento,
Sin contarte un cuento,
Entonces te digo,
Siempre desde lo escondido..
Que el amor, sólo es si es
Abrigo

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