La última palabra del libro
Creí que el amor nos haría libres.
pero solo me hizo libre a mi.
Que soy tú ultimo fruto por cosechar.
Que perdono. Pero no olvido,
pero solo me hizo libre a mi.
Que soy tú ultimo fruto por cosechar.
Que perdono. Pero no olvido,
aunque quiera olvidar. .
Para no tropezar con esa piedra
Transformada ya,
con la alquimia de la creación.
En astro autosuficiente,
Regenerandose completamente.
Con ayuda del sol ☀.
Pero no en otro espacio o lugar.
Sino en éste.
No En otro tiempo,
Sino en éste que es Atemporal.
en éste volver.
En éste empezar.
Crei que el amor nos haría libres
Pero sólo te hizo libre a ti.
Que eres mi último fruto por cosechar.
Que eres La paz del camino.
La x despejada
La luz mas cercana,
La paradoja del invento
La lógica del cuento.
Y
El amor? la llave de una puerta
La clave de aquella contraseña.
Que te lleva a otro lugar,
al conocimiento que,
Tras cada enseñanza propia
y desde mano ajena.
Para quien sabe escuchar:
Nos aconseja Que El amor
siempre es creación.
Y
Tambien es recompensa.
Tambien es devolución.
No sólo ofrenda
Porque
Ahora la tierra da la vuelta.
Desde afuera y hacia dentro.
Al nacimiento de aquella estrella
Que dejó nuestra estela.
Para no tropezar con esa piedra
Transformada ya,
con la alquimia de la creación.
En astro autosuficiente,
Regenerandose completamente.
Con ayuda del sol ☀.
Pero no en otro espacio o lugar.
Sino en éste.
No En otro tiempo,
Sino en éste que es Atemporal.
en éste volver.
En éste empezar.
Pero sólo te hizo libre a ti.
Que eres mi último fruto por cosechar.
Que eres La paz del camino.
La x despejada
La luz mas cercana,
La paradoja del invento
La lógica del cuento.
Y
El amor? la llave de una puerta
La clave de aquella contraseña.
Que te lleva a otro lugar,
al conocimiento que,
Tras cada enseñanza propia
y desde mano ajena.
Para quien sabe escuchar:
Nos aconseja Que El amor
siempre es creación.
Y
Tambien es recompensa.
Tambien es devolución.
No sólo ofrenda
Porque
Ahora la tierra da la vuelta.
Desde afuera y hacia dentro.
Al nacimiento de aquella estrella
Que dejó nuestra estela.
Cada vez que queremos querernos.
¿Y cuando no nos queremos?
La oscuridad precedente a la aventura
Ese no saber
Que aunque no se quiera
O no se sepa .
La Naturaleza,
siendo compleja.
Es perfecta..
tanto para ti como para mi
La oscuridad precedente a la aventura
Ese no saber
Que aunque no se quiera
O no se sepa .
La Naturaleza,
siendo compleja.
Es perfecta..
tanto para ti como para mi
Y es que nuestra armadura nos cegaba de tanto brillo, pues en ella se reflejaba, tu corazón en mi alma y en tu alma, el corazón mío. No dejándonos ver otra cosa que aquel reflejo de manera desproporcionada.
Sin pensar ni preguntarnos de donde vendría tanta iluminación que parecía que de nosotros partía.
Pero partía de lo sentido. Y aún así molestaba, tanta iluminación de la coraza, por cegadora y abrasadora.
Cosa que no provenía de su armadura, esa que tanto brillaba.
Sino del corazón de la muchacha que lo amaba. Y del alma del muchacho que la soñaba
Pero el Hombre
Por vez primera,
quiso tropezar consigo mismo,
Y No quiso arrepentirse después.
No quiso volver a dar el traspiés
De tanto desatino.
Solo quiso seguir su propio camino.
Porque en un lejano tiempo,
tiempo pagano,
ya el sol amado en oro Fué convertido.
Y El oro en poder
Como moneda de cambio.
Transformando al Amor
En un falso dios venerado.
Olvidando que su guía
Lo llamaba a través del Espejo
De este reflejo.
Que eran ellos y su misterio.
¿Y l.a tierra? , como desecho.
Y como desecho él.
Y como desecho ella.
Sobre todo ella.
()
Entonces te quitaste la armadura de hojalata.
Para poder ver tu propio brillo,
Aunque esa armadura, fuera durante algunos años tu única vestidura,
Única vestidura con la que protegerte de un pasado de humillación por quienes observaron Con lanza de fuego a tu frágil corazón.
Convirtiendo en rabia,
a la envidia transformada,
por la luz que desprendía tu coraza,
no aquel traje de hojalata.
Sino La miel de la esperanza.
Entonces...
¿se amarían en silencio?
¿Fraguando con esmero,
Para modelar al hierro
Como se tornea el barro,
Dándole forma,
A la piel vestida de sucio trapo,
De aquel doloroso pasado?.
Y sin ser harapos
Las Vestiduras de las que hablo.
Arrugada en su rincón se haya aquella muchacha.
Me hallo yo.
Llorando por lo que no se vió.
Que no es mas que el canto
Que se transmite en todo corazón,
Mensaje de la tierra, a traves de la voz,
Mensaje del amor transformador.
Y Que proyecta cada palabra,
Cada sentimiento y emoción,
En el que estamos inmersos tu y yo.
Lo Proyecta hacia tu alma que es mi coraza.
Y hacia mi corazón, cobijo de tu alma,
Que es tu caparazón.
Si fuera posible, si realmente es cierto
Que el amor sincero es unión.
Y así la corteza Transformada
de tu armadura de hojalata.
Y de mi vestimenta fragmentada.
La corteza tuya y mía,
como el árbol de la avellana
Se tornará de recto y liso tronco
Y Qué, fue una vez senda,
Convertiendose en camino llano
Cuando cruzamos nuestra ladera,
De vuelta a esa emoción,
Que nos rodea,
con la alquimia de cada palabra,
Con la energía de éste planeta.
Cuando sentimos que no se nos ama.
De forma natural y sincera.
De forma sana.
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