Bella Donna

Olvida
Olvídalo todo.
Y abraza al tronco que surje de la raíz
Bebe del vientre de la savia.
La Que fluye como energía hacia ti.
La que, sinuosa se desplaza
Hacia tu pensamiento,
Cuando lo exhalas.
Desde atrás
Desde la nuca desnuda.
Absorvido por su gracia
Y Por su dulce rotura.
Bebe de La que hiere y embruja
La que se disfraza en ternura.
Y te arrasa, desde la locura
Hasta la raíz. 
(Natali Lafourcade  Hasta la Raíz. )
         
Y Llénate del líquido inocuo.
Cuando estés sólo
Emborráchate del veneno
De la herida que no supura
De éste alma desgarrada.
De éste día sin guía,
De éste druida, sin día.
Y disfruta del gemido
Que hace quebrar al árbol torcido
Y al recio.
Pero no a la oruga,
ni al ciervo
Que erosiona al tronco
Con el asta y la baba.
Que a su paso deja
La veta agrietada.
Su huella.
E inyectate el veneno
de ésta bruja liviana
Ese que asciende
Desde su cintura
Hasta el cielo
El que te devuelve la cordura
Cuando no pasa el tiempo.
Y te dibuja de nuevo
Tras la cortina difusa
Del pensamiento.
(Heroes del silencio. Perdí mi apuesta por el rock and roll)

Ahora déjate ir,
Por el pensamiento
Escápate por entre las ramas
de tus recuerdos.
Y que la brisa lo balancee
haciéndolo eterno.
Duerme entonces
con tus pupilas fijas en el color
que proyecta aquella sonrisa
Brindada sin mentir.
Y ábrelo después, cuando yo duerma.
Descansando  junto a ti.

Exhala.
Transpira el líquido inocuo.
Inoloro e incoloro
Déjalo macerar en el interior.
Y Que los posos se asienten
Y hagan su efecto
Que terminen dando forma
A Lo inconcreto.
A lo pasado por agua
A lo cocido a fuego lento.
Lo macerado en silencio.
Y olvídalo
De vez en cuando
Poco a poco
Desintoxica la sangre
De su influjo.
Date tiempo.
  (Rosendo. A la sombra de una mentira.)

¿Cómo te sientes ahora?
Ahora Que las pupilas desorbitadas
Lo Abarcan todo.
Ahora Que el vello de la piel se eriza
a cada movimiento.
Ahora que vives embriagado
De tu felicidad
Y de tu tormento.

No lo ves?.
El liquido inocuo va haciendo su efecto.
Con la música que acompaña.
Desde la raíz en la artística forma
Nacida en la dolida palabra
Creando belleza en el habla.
Con su mentira y su verdad.
Y Con esa ironía tan tierna
Llena de crueldad,
Pero también de entereza.
Que provoca tempestad en el sentir
Haciendo balancear a la hoja tierna.
De tus bondades.
Y tu miseria.
(Izal.Pausa)

Pero nada es tan grave.
Nada tan erróneo.
Tampoco.
Cómo para volver a coger la senda ya sabida.
Nada tan verdadero, 
como para volver a engancharse a la espontaneidad,
 que deja en el cuerpo el sabor de tu sangre en mi pensamiento.
Nada es tan cierto.

Y algún día se volverá invisible aquel veneno
Algún día, tal vez hoy,
dejarás de ser aquello de tí,
que yo inventé.
Aquello que siempre quisiste ser.
(león Benavente. Ser brigada)

Pero mientras hagamos de tripas corazón.
Mientras no dejemos de lado
el sentir que todo es fracaso,
buscando entonces de manera inconsciente que así sea.
la vida nos colocará en nuestro sitio,
Y desde ese lugar nos hará caminar.
Pues con mano de hierro y guante de seda
nos ha ido enseñando que perderemos todo aquello 
que como, algo nuestro creemos.
Que mientras temamos a la pérdida
sin agradecer,
perderemos y perderemos hasta dejar de tenerle miedo
a la ausencia.
Pero a veces la vida siente,
En su magnificencia,
cierto sentimiento compasivo
Dejándonos dulces en el camino.
que nos hacen replantear nuestra verdad.
(Fangoria. De que me culpas)

Así que vuelve a empezar. 
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La memoria de este ser ancestral
PorQue el veneno inyectado, 
Y ya mezclado en sangre
No es veneno
Ni pócima, 
Es agua de lavanda
Para lavar la sucia 
Costumbre ya vieja
De creer en la absoluta pertenencia. 
Y hacer caso entonces a aquella persona que dijo :
Que mis alas son mías y el cielo de nadie 
(Bunbury. De todo el mundo) 

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