Corteza de avellanas

hicimos cortezas de canela.
A nosotros que el dulce no nos gusta. 
Pero su sabor nos dejó regusto de pasión ..
A nosotros que no nos gusta el amor.

 nos adentramos en esta energia,
o ese algo, que nos rodea. 
Y nos conecta al planeta que es nuestro hogar. . 
El fuego que nos calienta.
La lluvia que alimenta.

Y luego nos alejamos de la conexión,
el silencio se hace dueño del colchón.
Para interiorizar cada lección,
Cada ofrenda,
Cada nueva situación.

Nos sentimos heridos,
Por la fragilidad de nosotros mismos,
Viendo cómo afrenta,
Cada acción que nos rodea.
Cada acción
Llegada del exterior.

Pero yo puedo escuchar dentro de tí,
Aquello que parece no ser entendido,
Cada reproche sentido
por tornar en vulgar,
Lo extraordinario.

Puedo sentir muy dentro la rabia
De cada desencuentro,
Cada fallido intento,
Por tornar al sentimiento
De la espera,
A cada empezar de cero
En aquello real
 aquel momento deseado,
Que un día fue.
Pero Que aún no es.

Cada vez mas despacio,
Dando pasos no premeditados,
Y Bombeando al corazón,
Herido de reproches,
De amor propio y
Autocuidado.

Entonces yo canto,
Bien alto,
Para que el daño sea subsanado
Al entender quien soy yo,
Quien tú,
Aprendiendo a conocernos
Y a mirarnos desde el otro lado.
Desde aquel que yo creo
 que sale desde mas a dentro
Del impulso momentáneo
(Before bright)

Ya cubierta la piel
 con la corteza de avellanas.
Lisa y recia.
Con raíz equilibrada

Avellana esencia de ave,
que planea
Por entre la especie humana.

Siempre fiel,
Siempre honrada
Trás la corteza recién creada.

Porque no hay nada más que uno mismo,
Que una misma.
Dios y demonio.
Sol y luna.
Nadie más que tú.
Y tu espejo de un físico desgastado.
De una mente dormida en su propio fracaso.
Por no equilibrar los elementos de su totalidad,
Por no escuchar al instinto provocativo.
Al que hacer caso,
Y calmarlo,
transformando en respuesta a la espera

Corteza que me hace comprender
 el amor con el que disfruto
lo que te hablo.

Que moldea, si me dejo,
lo que siento cuando te siento.
Desde el prisma verde de la conciliación

Armonía en el crecer,
en el volar que ya no es caminar.
Siempre armonía,
Siempre al observar.

Siempre Desde donde no se ve,
Siempre a la vera del arroyo.
Afluente a corriente
Con una única desembocadura.
Tus ojos verdes

Corteza de canela.
Esencia del querer.
Alma de duda.
En el saber.
Corazón de duna.
Cuerpo sin explorar..
Sonrisa de bruja.
En su totalidad,

Al soñar
Siempre en soledad.
Soledad compartida,
Al conectarse
Con el todo
Que a veces mira.


Pero éste cuento es
sólo para que se entienda
Que no hay libertad sin soledad,
Si se quiere finalmente
ser libertad compañera.
Para que nunca mas nos duela,
El escurridizo amor.

Ese amor distinto,
Y Personal
que tienta y a la vez aterra,
Ese amor que no se entiende,
Salvo si ha sido vivido.
Que no duele,
Aún siendo amor dolido.
Aún con el boicot ajeno,
Persiguiendolo
Como sombra
O como aullido,
Tras los talones,
Tras todo lo Bonito.
Porque siempre quieren poseer,
A todo aquello que brilla,
Aún sin saber porqué.
Aquellas personas Vacías
Que no entienden,
De lo intransferible,
De lo privado,
De lo que hace tiempo
Tiene dueña,
Y Tiene dueño.
De lo sincero
De lo arruyado.
Lo secreto
Y con mimo regado.
Desde dentro
Y hacia lo eterno.
Aqiello Que
parece ser,
Quieren arrebatarnos.
Convirtiendo
Así al brillo en fango.
Y aún así
Y a pesar de las consecuencias
Del resultado,
Solo es y será
Sólo, también fué,
Nuestro y propio.
Auténtico
Y ahora
derrotado.
Pero yo le hablo a tu inconsciencia
A esa parte de universo,
Que tenemos dentro
Muy escondido
En la cabeza.
Y desde allí escuchas
Órgano receptor
De ésta honda universal
Imposible sin musicalidad,
A través del espejo exterior.
Y su universalidad.
Con sus estrellas,
Y su reflejo.
Con su luna y su sol.
Pleno de vitalidad.

Y desde aquí te hablo,
Desde aquel gen
Raiz y esencia
De la naturaleza
Que muy amorosamente guardo.
Que no puede ser manipulado
Ni entrenado.

Que no guarda,
Ningún as bajo la manga.
Ni manipula,
Entrenando al Habla.
por que ya no existen Palabras.
Que den en la diana de la comprensión
De aquello que en ese momento nace,
Cada emoción clavada
En el corazón,
Casi sin intención.

Cuando tú escuchas
Cada idea, cada emoción.
Y yo me sé escuchada.
Sin la coraza del dolor.

Porque es cierta aquella frase o estrofa
De alguna pérdida canción:
Que todo empieza, cuando todo acaba..
Justo en ese instante,
Latente pero inconsciente.

Un Instante de vacío
Enganchado en el ombligo,
Latente de olvido.

Una planta
Cuando no es regada,
 Que, Mustia se deja ir,
Con cada hoja,
Amarilla y arrugada.
A punto de caer
Lejos de lo vivido.

Que es
Éste amor perdido.
Como la hoja seca cuando se riega,
Que reverdece despues de ser alimentada.
O como el ascua de una hoguera,
Cuando el viento le aconseja
Con su soplido.
Que vuelva a ser llama.
O la semilla plantada
En tierra yerma
Que brota al caer la primavera.

Que es aquello
Que entre nuestras manos tiembla.
Sin saber el modo, el porqué.
Sin saber.

Tal vez Nuestro destino,
Que sospecho va unido a mi camino.
Algo de misteriosa naturaleza,
De mágico resultado,
Porque..
No muere nunca..
Ni es del todo extirpado.

Y Tal vez no debiera extinguirse,
Aunque a veces lo queramos.
Aunque no lo entendamos.
O nos engañemos
Sabiendo en el fuero interno
Que a nadie engañamos.

Que es esto o aquello nacido hace años.
Que es qué nos tiene atrapados,
Esta vez sin hacer daño.



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