Guardián Del Secreto

 Ella era la llave y el cerrojo,

Guardiána del Tesoro.


Y sabía que su verdad estaba siendo vivida a medias.

Había en su verdad vivida, algo de incoherencia.

Algo a medio llenar.

Cómo si aún no estuviera plena.


Aúnque por poco tiempo, pensaba.

Pues sabía que,

Su decisión era férrea,

Y puesto que era cerrojo y llave,

En algún momento de su anodina vida,

Encontraría la puerta.


Y la Tiraría entonces abajo.

Sólo con meter la llave que colgaba de su coraje.

Por el cerrojo de su determinación.


Tal vez así podría unir esos dos mundos.

El que se encontraba frente a Ella,

Y el que estaba tras la puerta,

El mundo donde se colmarla su anhelo,

Anhelo 

De aquel sueño.

Sueño sólo suyo y de nadie más.


Dejando en el pasado,

Su antiguo caminar.

Para qué el camino dejara de ser camino.

Y se convirtiera en senda,

Senda de Nuevo.

Sin el olvido de su esencia.

( Antonio Vega. Tesoros).



Pués ella olvidó quién era hace muchísimo tiempo,

Cuando era bien chiquita.

Tal era el afán de ser aprobada por el mundo.

Que La hizo esconder a su verdadero ser.

( Aquél que tras la puerta,

disfrutando del sueño,

se ve)


Y después de tantísimos años,

De ser ya toda una aprobación

Por aquel mundo que la rodeaba.

Después de tantísimos años,

Acomodada en aquella aprobación,

Y desaprobando a su verdadero yo,

Después de tantísimos años,

Casi arrugada su alma de no caberle en el papelito auto impuesto que representaba.

Le urgía la necesidad de reencontrase a si misma una vez más,

De conocerse de Nuevo,

De realizar así su sueño.

Sueño imposible si seguía siendo quien desde hace tiempo no era.


No debía olvidar, no.

Su poder divino.

Su Don.


Ni olvidar tampoco su misión.

Aquello que ella tenía para ofrecerle al mundo.


Guardiana de un Tesoro

Alojado en el universo.

Guardiana del secreto.

(Océano De Sol. Antonio Vega).


Tal vez debiera dar a conocer,

Aquél Don, que sabía que todos tenían,

Que todas poseían.

Para que el mundo respirase en Paz.

Tranquilo en su divinidad .

Esencias De humano y de Tierra a la par.


Pero un secreto contado deja de ser secreto.

Y quien sabe ,tal vez aún el mundo 

no estaba preparado.

Tal vez estaban yendo demasiado rápido.

Y habría que ir más despacio.

Despertándose primero,

y despertando después,

Pero poco a Poco,

Para no ser mutilado su Don.

Por la incomprensión de quiénes aún no eran despertados.


Su Don.

Sólo era posible disfrutarlo

si atravesaba la puerta

 hacía su Sueño.

Aquél que creía imposible.

(Dorian. Verte Amanecer)


Porque era

La guardiana del Fuego.

Para ambientar a lo etéreo.

Y alimentar a lo eterno.


Pero desde dentro.

Haciendo Arder el corazón .

Engrandeciendo al ser.

Y nutriendo al intelecto.


La guardiana del Fuego.

Para calentar desde Dentro 

Con el calor de su ingenio

Y la bondad de su corazón Eterno,

.

Del Fuego etéreo 

De cerámica hecho

y de crista recubierto. 


La cerámica del Fuego.

Haciendo...

Y la castañera del Alma

Intuyendo...

Del ser humano 

y su ancestro 


Que de alguna estrella cercana seremos,

Si tanto...…

el uno con el otro ardemos.

Si tanto ardemos.


Calienta mis manos,

Y hazme ver.

A través de recuerdos

Lo que está por acontecer.


Diosa del Cristal

Que cubre el calor

De tu cuerpo

cuerpo

Estelar.


Calienta me

Y hazme ver,

que en aquel mundo, 

que tras la puerta está,

puedo entrar.

que aquella que,

 una vez fui yo.

puedo volver a ser.

(Silvio Rodríguez. Y Nada Más)


Hazme ver el correcto camino

Hacía la grandeza del Ser.

Hazme saber cuál senda me llevará

A la consecución del sueño.

A la llegada de aquella meta,

Que Quiero cruzar.

Para unir al corazón

Con el Alma.

Y no morir desangrada,

Por lo que nunca fué,

Por aquello por lo que mi alma lloraba.

Y no supe entender.


Moriré desangrada si no entiendo.

Que tras la puerta y tras ese sueño,

Estás tú, 

alojado en secreto

Y muy callado.

Esperando verme ser quien realmente soy.

Si es que realmente Soy,

Porqué aún lo andas dudando.

Tal vez ya olvidando,

Que una vez fui.

Compañera de tu esencia,

Abrigo de tu corazón,

Y del Fuego guardiana

Pasa calentarte el Alma.

Con la Ancestral magia.

Aquélla que siempre nos acompañó.


Y ahora quiero recordarte.

Lo que mi corazón te ama.

Y lo que llora

Al no Ver de cerca

a tu queridísima mirada,

mirada de avellana

(Vetusta Morla. Cuando Regrese El Ruido)



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