La trama

Está a punto de comenzar..
Siéntese cómodamente en su diván.
Respire o contenga la respiración. 
Cierre los ojos o vuélvalos a abrir. 
Porque ésto está a punto de comenzar. 
Se puede oler la fragancia suave
a palomita de maiz. 

Se puede oler. 
El sabor de los nuevos tiempos.


El inicio de la melodia
que acompañará
a lo que va a ocurrir. 
También se puede oír.

Cómo la respiración de un hombre 
Que empieza a vivir acorde a su edad. 
Se puede Oír. 

Así que tome aire
porque en seguida va a salir. 
Muy despacio se deja ver, tras el telón. 
Muy despacio se deja oir el apenas perceptible arrastrar de la gasa del vestido de tul. 
Muy despacio
 se deja intuir la mirada viva e infantil. 
De quien una vez fuiste tú 
Siéntese acomodese. 
No va a por usted. 
No sabe morder. 
Pero lo intenta. 
De tanta rabia. 
De tanta impotencia. 
Aquella niña que nunca fue niña
Ni tampoco mujer  

Pero repito relájese. 
Respire tranquilo. 
Quien aparece tras el cortinaje tupido. 
Por fin se deja ver.
Y no es una niña herida. 
Sino Aquella mujer feliz. 
De alas desplegadas. 
Que con su cantar 
a la noche hace compañía. 
Y al día deja dormir 
en su trajín lleno de rutina.
Aquella mujer Tranquila. 
Que al caminar lo convierte 
en serena armonía. 
Con todo aquello que 
a su alrededor habita. 
Quien una vez desistió 
Del amor. 
Del placer entre dos. 
Por sentirse curandera. 
Imprescindible y verdadera. 
Sin importar si es aceptada
La razón de su estarse quieta. 

Aquella mujer que
 nunca reconoció usted
como una parte de sí.
Usted Que me mira a través del espejo. 
De éste palco en donde lo senté yo. 
De éste escenario,
en donde usted Me colocó. 

Pues soy usted y soy yo.

Usted, 
Que al mirarse en el reflejo
no se reconoce. 
Pensando si no seremos dos.
Me desvisto entonces 
los ropajes del usted. 
Del espectador no implicado 
En su propio yo. 
Y desnuda salgo 
tras el telón del ayer. 
Con mi piel, de escama. 
Con mis ojos de silencio. 
Con mis pies de barro.
Con mi olor a enebro. 

Y el público inquieto 
ante La imagen en vivo, 
estática. 
Ante la fuerte respiración 
Ampliada del micrófono,
Observa a aquel maniquí vivo 
Que somos usted y yo.

Aquel maniquí vivo. 
Que Alza las manos 
Cuando Comienza la música 
en el salón de actos.
Y qué, con su gutural respiración,
Ronronea cual gato,
Para gritar a pleno pulmón
pero sin gritarlo.
Que usted no es usted
Y yo no soy yo.
Sino al revés  
(Natalia. Doco. Jardín.)

Así qué quédese tranquilo. 
Que la vida es puro teatro. 
Aunque no sea mentira.
Aunque la reacción del dia a día 
Contenga su raiz en el Corazón. 
Y Aún así y repitiendo, 
sin ser quimera, 
La vida es Melodia inventada. 
En cada decisión. 
Y En cada idea Se moldea. 
Usted, el único protagonista
Yo, la única respinsable. 
De éste ensayo en el Escenario 
Que evoca dos vidas 
La Vivida y querida. 
Y
La Imaginada y amada. 
La de usted y la mía. 
Que a veces se entrelazan 
Y cambian sus papeles. 
O se convierten también. 
En cuatro vidas. 
La propia, y la compartida.
Porque :
Sigo estando escondida
En su corazón. 
Sigue la esperanza anclada
En la carretera.
La vista fija desde la atalaya.
De mi ilusión.
Suave susurra mi voz
Desde este rincón de la razón 
Suave susurra su miedo 
Mi rendición. 
Suave susurra sin quererlo
La montaña 
 Al no verlo. 
Al No ver al destino  
Que se aleja como goma elástica.
Sin apenas proponérselo.

Tal vez porque éste no existe. 
Salvo si yo quiero.
Salvo si usted hace por ello. 
(Silvana Estrada  Te guardo)

Pero recordemos
que la vida es puro teatro.
Y tras bambalinas,
el espejo donde mirarse usted,
Cuando a mi me mira.

Y ya sé que La impaciencia
latente en cada gesto,
La tranquila impaciencia,
Maldita y bendecida.
La impaciencia insuficiente
y resistente..
hacia lo que vendrá después
Hace qué la mente que no sabe,
pero que intuye desde el principio
 de lo que creía un final,
Siga siendo espiga clavada en el alma.
Una daga de perlas ensartadas
en el corazón.
Y su corazón es piedra preciosa
en constante evolución..
siempre puliendo su canto
Para no cortar demasiado
Con las ebras de su indecisión.
sopesando cada emoción.
Hasta decantarse por aquella
que hace pleno en el corazón
Y uno con la razón.
Y
Así
Unir la consciencia e inconsciencia.
Y
 Así
a traves de su espejo me moldeo yo
Replegando las alas hasta que soplen nuevos vientos.
Hasta que usted quiera.

Porque la libertad no siempre es volar.
A veces también es quedarse quieto.
No sea que con el vuelo
Se pierda la poca honestidad en el sentimiento.
Aquel que nos une
Sin saber verlo.
(Rozalen. Sinmigo.)

Con usted o sin mi
Todo cómo ha de ser, 
se va sucediendo.
El Camino señalado, 
Deseado y correcto.
Sin usted o conmigo. 
Cada cual en el destino elegido.
En el escenario deseado.
Y Tanto si se quiere como si no,
La vida sólo escucha al Corazón.
Y a éste le da la Razón. 

Y sólo, 
sólo y únicamente,
si su corazón late
En mi misma vibracion.
Usted podrá acompañarme. 
Yo podré disfrutarle, 
Sin recelo ni condición.
Pero no es mi Decisión
La trama de la obra
Señala experiencias
Atras vividas.
Que aún
dentro del corazón
se revuelven.
Y  la obra lo pide a gritos. 
Pide un nuevo reto para usted 
Mi querido espectador.
(Natalia Doco. Respira) 

Porque Estuve presente,
en el parto.
Y Vi y sentí Romper el cascarón.
Vi y sentí abrir los ojos
Al líquido verdoso
 del planeta.
Para ser océano
Para ser marea.

La raíz de nuestro pasado.

Yo vi y sentí el batir de alas
Para observar desde el acantilado
Objetivizando el presente
Conectando ambos tiempos
En un mismo plano.

Yo vi y sentí la calma
De uno y  otro lado.
De éste futuro
Concluyente.
Certero
Apasionado
Y sorprendente.
Cuando lo que veo.
Desde lo alto.
No asusta ni hiere.
Porque lo que vi
Provoca en mí
Un sentir arruyado
Como el rumor de nuestro sueño
Cuando dormías a mi lado

Yo planeo
Elevando mi canto
Para que suceda..
Y se apruebe la teoría
Con la práctica llevada a cabo

Es por eso que asomas la cabeza
Y te eleves a chorro
Hacia el cielo
Y tu agua toca mi vuelo.
Y mi ser Bebe entonces
Del caliz eterno..
Del amor por la eterna lucha
De la evolución del ser humano.
Pero ¿de quien es.
La esencia que busco en ti.?

Porque soñamos con ser pájaro.
Mirando el cielo que baña
 a la naturaleza
Disfrutando
 la caricia del viento
 Sobre la arboleda.
Y olvidamos que al hacerlo
somos cielo, mar y tierra.
Cuando despertamos
Y respiramos.
Cuando caminamos
Y nos conectamos..
Cuando fluimos con la tierra
Y nos elevamos.

Y olvidamos que también
somos fuego...
En nuestro interior,
Bombeando.
Cuando nos queremos
Solo siendo.
Sin pensarlo demasiado


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