La Otra especie
He descubierto un mundo si miro a través de tus ojos,
Tus ojos que miran el hecho y el deshecho.
Y ven que Sólo existe una especie que vive sin vivir de verdad.
Una especie a todas luces insatisfecha, porque esa es su naturaleza.
No se conforma, no se amedranta aunque lo intenta.
Su esencia salvaje busca más allá de las simples apariencias..y haya las verdades de cada lugar y de cada etiqueta, para posicionarse con más rebeldía si cabe dentro de su piel.
Una piel de corazón caliente que sufre desde lo más hondo la rabia e impotencia de saber que hay semillas que no crecen y muros que no se rompen.
Que hay asuntos que no están en su mano..y por desgracia existen razones que no se alcanzan a ver.
Y ni siquiera se intuyen aún con los ojos bien abiertos..
Aun despierta la sien.
( bunbury. Mi libertad)
Pero aún así. .esta otra especie padece un corazón que ama y quiere lo que no comprende.
Se ha cansado de preguntas sin respuesta. De la verdad escondida y de querer entender.
Ahora el aprendizaje no es enseñar, es simplemente vivir.
Se ha cansado de cuestionar su verdad en pos de la verdad ajena, y de hacerlo al contrario..se ha cansado.
Y ahora vaga la mente de esta otra especie en el postulado presente de aceptar, eso sí, sin ser mancillado y con claras sus vertientes, de aceptar y ser aceptado.
(Bunbury. Actitud correcta)
Y La magia de lo que no se puede explicar, ni entender, así se lo han confirmado. Sonriendo a cada instante, a quien lo sabe ver, como confirmación de cada paso y cada pensamiento acertado.
Porque esta especie..no es una especie cualquiera y sabe lo que hay que saber...y escucha lo que hay que escuchar aunque no lo escuché nadie. Y ve..también ve, con esos ojos tuyos que me enseñaron a ver este otro mundo que no siempre se deja ver.
Por eso ésta especie la única es, la única que ha despertado, y todo esto le ha transformado,
Es por ello que no se deja engañar por la letra grande. La única que parece se puede leer.
Siempre la presunción de inocencia, siempre la duda hasta que quede la ecuación resuelta...
Pero ya ha despertado y ha visto que nada se ha movido, que todo sigue en su sitio y salvo su sabor que ya no es el mismo, el mismo sabor, el de su piel.
( bunbury. Despierta )
Por eso ama la especie animal de la que no se sabe nada, por eso quiere la especie que al planeta pertenece.
Por eso es odiada..porque no se la entiende. .
Y aún así quiere y ama, lucha y siembra . Aun sin entender porque se aceptan las cosas que no se entienden, aún aceptando a aquellas otras especies que entre si no se saben comprender.
Y aún con estas cualidades tan excepcionales esta otra especie no sabe..que como animal que es, sólo y únicamente debe preocuparse por seguir siendose fiel, pero tampoco olvidar los sabores distintos de otras especies a las que ha conocido y las que están por conocer.
(Bunbury. Camina conmigo)
Y una vez saboreada la esencia de cada tierra y cada alma, una vez digerida cada piel en su interior probada, cada sonrisa y cada palabra, se podrá hacer un guiso que provoque esos olores que se escapan por la ventana y remueven el estómago hasta del menos hambriento. Y con ése guiso alimentar el conocimiento de los deseosos del saber. De los curiosos e intrépidos. .De los que viajan con ojos bien abiertos. Y en definitivas de aquellas y aquellos que al conocer se empapan y transforman de todo eso que no se ve pero que completa al ser.
(Bunbury. Alicia)
No vive en las sombras. Ni entre callejones oscuros.
No vive escondida entre madera y Roca, Ni entre cómodos almohadones.
Esta especie se halla guardada en tu imaginación, gestándose en tu corazón.
No formada aún su cara, no moldeado su cuerpo, aunque si, su palabra que fluye desde afuera hacía dentro, suavemente y con deseo aquello a lo que no atiendes de ti mismo, pero que sabes desde hace tiempo.
Está esperando emerger de ese laberinto de ideas que visten tu piel, Y susurrar aquello que escondes no sabes muy bien porque.
Tal vez porque el miedo no sabe de fronteras, ni de leyes, ni de jefes.
Tal vez el miedo sólo sepa acariciar con disfraz, cómo acaricia el deseo o el placer, acariciar con sus finos labios a la tentación de pertenecer a esa otra especie que nunca realmente se dejo ver.
Lucha el miedo contra el coraje.
Luchan dentro de ti por el poder.
Disfrazados de autoridad y conciencia, de responsabilidad y libertad.
De autenticidad y sentimiento de pertenencia.
Lucha de gigantes que dentro de la sima del amor rugen cual trueno en tormenta, bestias que persiguen tu sueño antes tranquilo, ahora en constante alarma, y sin decir nada, hacen sangrar a aquella especie que espera por no pecar en la insistencia de bailar alrededor de la hoguera, conjurando tu pensamiento para hacerlo escapar de la maraña de espinas que rodean tu corazón y tu cuerpo.
Esa especie hecha de savia y corteza, pronto desaparecerá, pronto será diluida por tu miedo a la verdad, pronto hecha un hilo de piel en tu interior, una duda de lo que hubiera sido este lugar si su voz hubiera calado más allá de la mera posibilidad. semilla en tierra yerma, fosilizada y olvidada.
Si no cae otra tormenta si sigue sin llover apenas nada.
(Bunbury. Supongo.)
Tus ojos que miran el hecho y el deshecho.
Y ven que Sólo existe una especie que vive sin vivir de verdad.
Una especie a todas luces insatisfecha, porque esa es su naturaleza.
No se conforma, no se amedranta aunque lo intenta.
Su esencia salvaje busca más allá de las simples apariencias..y haya las verdades de cada lugar y de cada etiqueta, para posicionarse con más rebeldía si cabe dentro de su piel.
Una piel de corazón caliente que sufre desde lo más hondo la rabia e impotencia de saber que hay semillas que no crecen y muros que no se rompen.
Que hay asuntos que no están en su mano..y por desgracia existen razones que no se alcanzan a ver.
Y ni siquiera se intuyen aún con los ojos bien abiertos..
Aun despierta la sien.
Pero aún así. .esta otra especie padece un corazón que ama y quiere lo que no comprende.
Se ha cansado de preguntas sin respuesta. De la verdad escondida y de querer entender.
Ahora el aprendizaje no es enseñar, es simplemente vivir.
Se ha cansado de cuestionar su verdad en pos de la verdad ajena, y de hacerlo al contrario..se ha cansado.
Y ahora vaga la mente de esta otra especie en el postulado presente de aceptar, eso sí, sin ser mancillado y con claras sus vertientes, de aceptar y ser aceptado.
Porque esta especie..no es una especie cualquiera y sabe lo que hay que saber...y escucha lo que hay que escuchar aunque no lo escuché nadie. Y ve..también ve, con esos ojos tuyos que me enseñaron a ver este otro mundo que no siempre se deja ver.
Por eso ésta especie la única es, la única que ha despertado, y todo esto le ha transformado,
Es por ello que no se deja engañar por la letra grande. La única que parece se puede leer.
Siempre la presunción de inocencia, siempre la duda hasta que quede la ecuación resuelta...
Pero ya ha despertado y ha visto que nada se ha movido, que todo sigue en su sitio y salvo su sabor que ya no es el mismo, el mismo sabor, el de su piel.
Por eso ama la especie animal de la que no se sabe nada, por eso quiere la especie que al planeta pertenece.
Por eso es odiada..porque no se la entiende. .
Y aún así quiere y ama, lucha y siembra . Aun sin entender porque se aceptan las cosas que no se entienden, aún aceptando a aquellas otras especies que entre si no se saben comprender.
Y aún con estas cualidades tan excepcionales esta otra especie no sabe..que como animal que es, sólo y únicamente debe preocuparse por seguir siendose fiel, pero tampoco olvidar los sabores distintos de otras especies a las que ha conocido y las que están por conocer.
No vive escondida entre madera y Roca, Ni entre cómodos almohadones.
Esta especie se halla guardada en tu imaginación, gestándose en tu corazón.
No formada aún su cara, no moldeado su cuerpo, aunque si, su palabra que fluye desde afuera hacía dentro, suavemente y con deseo aquello a lo que no atiendes de ti mismo, pero que sabes desde hace tiempo.
Está esperando emerger de ese laberinto de ideas que visten tu piel, Y susurrar aquello que escondes no sabes muy bien porque.
Tal vez porque el miedo no sabe de fronteras, ni de leyes, ni de jefes.
Tal vez el miedo sólo sepa acariciar con disfraz, cómo acaricia el deseo o el placer, acariciar con sus finos labios a la tentación de pertenecer a esa otra especie que nunca realmente se dejo ver.
(Bunbury. Al filo de un cuchillo)
Luchan dentro de ti por el poder.
Disfrazados de autoridad y conciencia, de responsabilidad y libertad.
De autenticidad y sentimiento de pertenencia.
Lucha de gigantes que dentro de la sima del amor rugen cual trueno en tormenta, bestias que persiguen tu sueño antes tranquilo, ahora en constante alarma, y sin decir nada, hacen sangrar a aquella especie que espera por no pecar en la insistencia de bailar alrededor de la hoguera, conjurando tu pensamiento para hacerlo escapar de la maraña de espinas que rodean tu corazón y tu cuerpo.
Esa especie hecha de savia y corteza, pronto desaparecerá, pronto será diluida por tu miedo a la verdad, pronto hecha un hilo de piel en tu interior, una duda de lo que hubiera sido este lugar si su voz hubiera calado más allá de la mera posibilidad. semilla en tierra yerma, fosilizada y olvidada.
Si no cae otra tormenta si sigue sin llover apenas nada.
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