Escribiré tu historia

Es en ésta calle, situada en algún lugar de montaña..
En esta calle empedrada es,
Y siempre será, sin ser,
Lo que acompaña.
No en otra calle, si no en ésta,  Donde no hay calle si no camino,
Donde no hay vecinos si no cobertizos.
En esta calle y no en otra,
Donde las pisadas quedan reflejadas en su tierra mojada, mojada o blanca,
Haciendo así el honor de escribir o relatar los deseos insatisfechos de quien se atreve a cruzarla.
No más que por puro interés de colmar su corazón cuando el silencio es dueño en la noche nublada.
Es la calle, y su puerta; la que lleva a otra puerta, si es que te atreves a subir sus escaleras,
Si es que tus pies no se encallan en el miedo, y no atenazan tu deseo.
Allá en la última puerta, colgada esta la Luna
De hierro forjada.
Vigía es del movimiento, mientras sueña con ser tocada por tus manos firmes y templadas, para sonar como el trueno y sobresaltar al corazón de quien se halla dentro, llenandolo de esperanza.
Y convertirse así en tu dueño, que es entonces cuando puede regalar la libertad que dan sus alas,
Y cuando los cuerpos se besan, y se besan las miradas.
Es en ese preciso momento cuando la calle se llena de magia, y se siente el rugir del vientre.
Y al Cielo,
un grito se le escapa.
          (Juaquin Sabina. Calle            melancolía )

En ese precioso momento, ésta y no otra, esta calle de tierra y piedras, de hierba altiva y mullida, se esconde del mundo para saludar y dejarse ver, por el otro mundo..el mundo de las verdades inacabadas, de dioses y diosas de leyendas paganas.
Es ésta calle y no otra, la que convierte entonces a quienes en ella dormitan, en seres poco comunes.
De sentimientos y pensares controvertidos, claro-oscuros como la energía de sus bosques y montañas.
Claro-oscura sus miradas, que estan entonces empapadas de amor y nostalgia.
Claro-oscuro sus hechizos hechos de madera quemada, de cuerpo y sudor y sonrisas sonrojadas.
De amenazas sobre escapar a otros cuerpos y romper sus corazones.
O de promesas de volver al ocaso, pasado un tiempo de añoranza premeditada, convirtiendo así al otoño en invierno, al rojo y ocre en blanco y negro.
Es en ésta calle, y en su casa abuhardillada donde cuece el deseo de escribir lo que entonces, a sus gentes les pasa, en las noches de testigos muda.
Escribe pues el Ser de esa casa alta y alejada, el trajín de las esperas, las atrategias de placeres prohibidos, los trabajos hechos de lomos encorvados, la mirada oculta. Y el silencio que a gritos cuenta todo lo que el pueblo sabe. Sabe y calla.
Como aquellas cosas que deben ser olvidadas.
      ( Enrique bumbury. Cosas olvidadas).

Y tras la calle, oculta entre ventanas acristaladas, se encuentra la pared, que viste del único recuerdo. Aquel recuerdo sagrado, camino de un sueño , que parece anclado, por ser tan dulce el descanso bajo el influjo de tanta curiosidad innata.
Pero ese recuerdo que viste a la desnuda pared, ese recuerdo disfrazado de papel roto y envejecido . Que contundente clama que el alma no se vende, ni el sentir verdadero, ni la esencia.
Que un sueño si es olvidado deja de existir, y la posibilidad convertida en utopía sufre de frustración.
Y de aquello que pudo ser
si hubiese sido intentado, pero no lo fue.
Pero no es un recuerdo importante, sólo habla de aquello para lo que uno esta predestinado.
O eso creía ese ser hace tiempo...Ahora no sabe nada. Confundida su mente..pero no su corazón, aunque calla.
Y no dice nada.
No hay señales para continuar el camino, si no para quedarse encallada en este lugar sin destino, callejón sin salida, para tal vez plantar la semilla de aquella utopía que, de tan peligrosa, no puede ser nombrada.
Pero por ahora está perdida entre cuadernos y palabras, entre deseos y miradas.
No sabe volver al camino,
Ese camino sin dirección que tanto le gustaba.
         (Nacho Vegas y Cristina       rosenvige. Me he perdido.)

Pero el presente es el presente...y la duda ha sido resuelta...
Despejada la interrogación. .
Por eso ésta calle sigue siendo la calle en la que habita la confirmación.
A la espera...de alguna ilusión verdadera, que le colme el corazón.
Pero sin esperar realmente, pues en éste presente se halla en estado convaleciente, en proceso de reposo, y no quiere agitación.
Tal vez la puerta que da a esa puerta se cierre, y su calle sólo sea callejón sin salida, camino sin destino, para poder forjar sin esfuerzo tan sólo a la vida, que ya es bastante aventura así,  con sólo vivirla.
          ( Rosendo. Es natural)

El final queda cerca, tan cerca y duradero cómo una vida entera.
Algo se romperá entonces, allá en lo alto, en el escondido Ibon helado, llenandolo.
Y llegará el verano, y en la noche de las hogueras subirá el amor al lago, para lavarse la cara de ausencia, y dormir allí, muy quieta.
Y soñar...soñar en soledad..sin ti.
Y de esta manera la noche entonara la canción más triste,
Quedando muda aquella calle por siempre.
Los silenciosos bosques y sus gentes de montaña observaran con tristeza aquel adiós dicho sin decir.
Tanto, tanto  aquello que se esconde y se encierra para no dolerse de sentir....
Que ya nada se espera de esa calle y su hoguera, de ese fuego y su puerta.
               (Dorian. Arrecife)

Ahora han vuelto la dulce nostalgia y la sólida resignación. Han vuelto, con el mal tiempo, la calma que trastorna hasta al mas cuerdo, por no ser de savia su sangre y de corteza su cuerpo. Siempre estropeando cada posible momento, que pudiera llegar a convertir ésta sensación desolada en alivio de amor.
La casa de ésta calle apenas conoce a su pueblo, y lo maltrata metiéndole miedo, se enfunda en el nervio y la desesperación y no deja k los minutos pasen con el ritmo propio del sol.
Cuando debe correr anda y al revés,  siempre al revés de aquél al que pretende...pretende conocer.
De que sirve la conexión entre dos corrientes si cortocircuitada queda la mente en cada Unión? Si sólo corriente alterna parece ser?...tan sólo, bajo el manto del silencio y de aquello que no se ve...la luz continúa su via subterránea hasta la habitación de la casa abuhardillada, iluminando el sueño sin siquiera aparecer.
Y ese Ser sabe que ha fallado, otra vez. Que la realidad se le esconde del conocimiento. tanta la obsesión que tiene de que nadie lo quiere..que es incapaz de ver lo que sucede a su alrededor.
Pero debe ser que la palabra que no puede ser nombrada, esta escondida bajo coraza, y casi utopía es salvarla o desenterrarla.
Corriendo hacia su destino está esa calle y su camino..y al revés. .siempre al revés.
   (Kase O. Mazas y catapultas)

Y las brujas del lugar no saben si reír o llorar..
Ellas lo ven claro, y no ven un desliz ni un error.
Sino un pájaro que vuela en círculos,  cercando a un algo que no se sabe si alguna vez existió.
Ven Un ave de paso altivo y lejano, que surca el valle lejos del nido de su pasado.
Tan sólo como invitado quien sabe si no deseado.
Ven, los brujos del lugar,en sus calderos de fuego, al destino acechando, pero también algo oscuro que mata de sed y ahoga a la vez, en el mar del deseo premeditado.
Escuchan, los aullidos entumecidos del miedo a la verdad; y observan desde hace ya días y, como hacia siglos que no veían, el sogatira de esta calle y su camino, La paciencia bien disimulada y el reloj que no para..que da tiempo al tiempo, pero que no para ni para coger aliento.
(Nawja Nimri. Somos su nuevo invitado)

Y al final, sólo al final la vida sin detenerse, pasará por la calle sin mirar, pasará
De largo hasta la calle alta, subirá las escaleras observada por la Luna de hierro forjado, y sólo entonces se dejará caer en el amor..
Y se dejará abrazar, cómo en un lejano pasado, fue abrazada su esperanza por tu miedo.
Se Dejará abrazar de olvido, pues éste no es un olvido dolido, es más bien un olvido envejecido y cansado de mentir.
Porque tu vida sin mi amor no sabe sentir.
PorQue mi vida sin tu amor no sabe existir.


           ( bumbury. Y al final)

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