Las mil orillas de un mismo mar

Un día el mar sólo tendrá una orilla.
Una orilla donde flotar
Donde flotar con la espalda erguida,
con la vista fija, y sin horizonte al que mirar.
Salvo el cielo estrellado, tan oscuro y a la vez, tan claro.
Ni una estrella que nos guíe,
Salvo la que nosotros elijamos.
Esa estrella será nuestra guía,
 para con nosotros mismos reencontrarnos.
Algún día el mar con sus dos lados, besara las faldas de las montañas,
besara también las calles de los barrios.
Las avenidas y plazas, los verdes prados.
Porque el mar es un encuentro de intenciones con un sólo camino marcado.
Es La ambivalencia en una orilla y el equilibrio es, en el otro lado.
Porque el mar es con su profundidad, todo lo que deseamos.
Un recuerdo con sus tesoros, un tesoro que todos y todas debemos tener guardado,
Para que no se seque, para que no nos hunda,
para que bese con su espuma a nuestros párpados sellados.
Y nos recuerde siempre el ciclo de la vida,
La ambivalencia de sus orillas, el equilibrio de los dos lados.
Y que nos llueva al corazón de los desiertos y acantilados.
A la sinrazón de los que están desde el otro lado.
Desde el otro lado mancillando
O desde este, adormilados.

              (Porta.  Equilibrio)

Y tanto en una orilla como en otra.. todos alguna vez, y todas,
sentimos que allá a lo lejos , en la isla mas lejana del vasto mar,
En la estrella mas lejana del confín del universo.
Allá lejos, en lo mas alto de las mas altas montañas,
En lo mas profundo del mas ancho océano,
o En el mas abrasador de los incendios…
Allá , se encuentra nuestro tesoro.
Nuestro tesoro robado que no es más que una luz que ilumina las esperanzas,
Una luz que enciende la ilusión, que hace mas grande , si cabe, al amor.
Que convierte en vida a los sueños , Sueños que se sueñan despierto.
Luz que alimenta a los helechos, y mueve a las nubes.
Que ensancha la mirada y hace brillar a la sonrisa.
Que adormece y eleva con el silencio.
Una luz que nadie busca,
que todos tenemos,
y pocos  encontramos.
Una luz que el sol
nos devuelve adherido a nuestra piel,
Sin saberlo, sin quererlo,
y sin creerlo.
Cerca.
Muy cerca.
En el núcleo mismo de la nada,
En el centro intrínseco de la espiral infinita,
En la raíz del nacimiento.
Y hasta allá fui para recuperarla.
Y en el mismo centro intrinsiceco de la espiral infinita,
la encontré.
Entre el bosque y la tormenta.
Un guardián guardaba la vela..
Con su sonrisa de vicio y su mirada de Luna llena. .
Mi luz no era más que el amor nunca sentido.
Aquel que nace entre la belleza.
Entre la libertad cuando el río baja lamiendo con furia las piedras.
Cuando la nieve cae a borbotones por las laderas.
Aquel amor que nace al llorar como un cuerpecito recién nacido.
Mi luz recuperada que por fin salta barreras.
Que rompe muros auto impuestos.
Que no pide nada pues luce sola
Como una estrella.
Esa luz soy yo cuando el amor nunca vivido...
Acarica y penetra con sólo sentir su esencia.

(Jorgue drexler. Me haces bien)

Pero la luz que acompaña  con la vela también a veces se apaga.
Y es entonces cuando recuerdo que me agarraste del pelo
Con fuerza y decisión
Que me cogiste del cuello
Obligandome a que mirará
Tu sexo en erección.
Que escupiste palabras obscenas
A mi oídos que sangraban de pasión
Y azotaste con secas palmadas
La esperanza humillada
que se abría en mi interior.
Que mordiste subcionando mi cuello,
Mis pezones que te regalaban
La luz de mi corazón.
Y excitado de gloria
Te corrriste en mi cara
Tu semen qu moría de desamor.
Me dejaste flagelada,
Temblaba mi cuerpecito
De asombrada excitación
Y al despertar entre mis sábanas
Vi que no era yo.
Que tu imaginación desbordada
Se Había follado a esta poeta.
Creandole y matandole
Como en un libro de ficción.



                 ( Bebe.  Malo)

Es el dolor de los recuerdos,
aquellos que se clavan dentro,
como agujas sin filo.
Sin herir, ni matar.
Pero doliendo cada vez más.
El filo cada vez con más brillo.
Dolor y recuerdo unidos,
como las nubes y el cielo,
Cuando la lluvia que empapa dentro.
Cómo aquellos dias lluviosos,
cuando lleno de lágrimas está el cielo,
lleno de gotas, el desnudo cuerpo.
En esos días lluviosos, de tímida luz invernal,
El tímido corazón quiere llorar.
Llorar porque la nieve ha helado a las flores,
porque la realidad mató al idealismo,
Y el amor sólo se deja ver en canciones.
Porque la lealtad se escondió asustada del egoísmo,
Y la ilusión le dio la razón al derrotismo.
En esos días de habitaciones lluviosas,
lleno de lágrimas esta el vacio,
lleno de gotas saladas el olvido.
En esa jaula llena de grillos,
en donde los sueños crecen cantarines y llenos brío.
Sueños que ahora no están.
Tal vez naufragados,
en una inmensa tempestad,
Tal vez anclados en un puerto sin mar.
En esa niebla húmeda de invierno,
se encuentra el recuerdo cantándole al viento.
Cantándole sin querer cantar, sin querer llorar. Llorando.

          Interlude.  (A la deriva)

Pero si todo esta por acontecer.
Si todo vuelve a su ser.
Si se recupera la verdad soñada y deseada.
Si los pasos se dirigen siempre a la fuente clara,
con el andar de la libertad de cada,
nos haremos cómo granos de arena en un reloj sin marcha atrás.
Pues todos y todas sabremos,
sin apenas decir nada,
Sin necesidad de embarcación.
Con el agua colmada de nuestra fuerza y coraje.
Llegar al mismo puerto
de nuestros sueños y esperanzas .



       (Macaco. Puerto presente).

Porque todo sueño ha de cumplirse
y que cada cuál elija su receta:
Con un poquito de limón y sal azucarada,
algo de hinojo,
y de hierba buena bien salpimentada.
Con una ramita de enebro, laurel,
y carda momo con miel,
un chorrito de la esencia de vida,
una lágrima escondida de una ninfa dormida,
y el jugo de la sabia de un quejido de boj.
Agregarle la dulce llama de la mirada,
y la sangre apasionada de un deseo feroz.
Después pochar el timbre de voz de un gallo en madrugada,
y verter el caldito concentrado de todo sentimiento de amor,
de la mirada perdida al alba. Del querer sin desear o desear sin querer,
o, según paladar,
los dos a la vez.
Todo esto sin olvidarnos que es menester,
que todo sueño ha de cumplirse,
y ha de cumplirse bien.

            (Jevin johansen
          Que lindo es soñar)

Pero si no eres de conjuros tal vez lo consigas
Recibiendo,
degustando,
sintiendo,
Percibiendo,
recogiendo,
madurando,
Buscando
lo que se lleva dentro,
Sacando, expulsando.
Macerando,
Y Construyendo.
O aprendiendo,
O desaprendiendo.
Para transformarlo en hecho.
Imperecedero.
Resistiendo.
Duradero
Como si fuese acero
O hierro.
Marcado a fuego
Y sin miedo.
y Sin duda alguna.
Paciente
Relevante
Expectante la mente,
Y consecuente.
Sobre todo consecuente.
Distante, pero alcanzable
Con la seguridad por delante.
Y así. .
Y con poco más.
Será real
Cada sueño
Cada deseo.
Que te haga volar.
O que te arda dentro.
Pero nunca lo insatisfecho
Odiado y a la vez amado.
Lo que duele
Muere
O en el corazón llueve.
Lo gritado
E irrelevante
Lo que no cabe.
En el cuerpo,
Como un traje
O un guante
Gastado
Y viejo.
Sólo aquello que contigo
Se refleja.
Cuando a través del espejo
Te observas.
Sólo aquello que no frena
Cuándo en silencio
Y despierto,
lo sueñas.

        (Massive attack. Risingson)


Pero ante todo paciencia.
Cómo Dice el sabio a la ansiedad.
Paciencia...
Como Siente la luna al ocaso.
Paciencia..
Rumia el estómago vacío
Cuando el sol está en lo alto.
Paciencia distraída
Viviendo en alegria
Cuando próxima esta la verdad.
Los nervios templados
A punto de explotar
Gritan paciencia
Sin hablar.
Paciencia..
Es la palabra de la que la locura
No quiere ni oir hablar.
Ten paciencia
Nos muestran las plantas
Con su lento caminar hacia arriba
Y el río Bravo se ríe
Mientras fluye a toda prisa.
Espera tranquilo
Te dice el amigo
Cuando el corazón
Parece salirse dando brincos.
Porque la paciencia se esconde
Cada vez que se olvida.
Y aparece,
Cada vez que se siente.
Paciencia..
Mientras arrascamos
en nuestra piel
Los sueños que no llegan.
Y a la vez saboreamos
con indulgencia
A la paciencia
Cuando estos están muy cerca.
Paciencia como estrategia
Como excusa.
Como maltrato
Cuando se disfruta.
Paciencia que disgusta
Que entorpece la paciencia
Cuando se carece de ella.
Por sentirse extraño.
Porque se tiene alma
De viento huracanado.
Paciencia me llega de ti
Sin decirme palabra.
Paciencia que pronto llega
La esperanza.

                   ( Rem. Stand)

Es entonces  cuando duermen las palabras
y se calma el alma,
 Cuando la luz se torna tenue,
cómo un ruiseñor adormece su cantar.
El misterioso e inmenso mar,
templa sus aguas,
y la orilla cede sus labios a las algas,
que suavemente se dejan posar.
Cuando el silencio se hace compañero,
la luna con fuerza brilla más,
sin que nadie se atreva a romperlo,
salvo para respirar.
La música en el corazón se adentra,
haciendo de él su hogar.
Y suenan melodías que saben a raíz, tierra,
hojarasca,
árbol y mar.
Cuando la mirada se hace dueña,
los sueños se convierten,
en uno con la verdad,
el paisaje es el presente,
y la mente deja de pensar.
En el silencio de su intimidad,
el corazón de nuevo siente,
y el color se vuelve natural. Cuando los sentidos se armonizan,
el nucleo de la tierra deja de temblar,
la naturaleza vuelve a la vida,
besando con el aire la piel de la tierra,
y tus cabellos sin peinar.
Cuando la tempestad amaina,
el cuerpo vuelve a ser cuerpo,
la esencia es esencia,
y pájaro vuelve a ser el alma,
que retorna su volar.



          (Moorcheba. The Sea)

Pero nunca ha habido ni habrá un lugar,
como el ancho y vasto océano.
Nunca un lugar mejor donde guardar ese sueño secreto
Que sabes nunca olvidaras.
Que sabes, se ha clavado en tu corazón.
Muy adentro.
Ese corazón tan ancho y vasto cómo el mar.
Ese mar en donde quieres protegerlo.
Un corazón, caparazón solitario y solidario.
Una coraza dorada inmensamente inundada
De agua salada,
Para que se hunda,
Para que no se encuentre
Para que duerma por siempre,
Tu sueño en silencio.
tu deseo secreto.
Como en un duelo.
Pero no muerto,
No ausente,
Despierto y presente.
Cada vez que cierras los ojos
y me sientes.

           (Albert Pla. Corazón )


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